La película narra la historia de Tom Ludlow (Reeves), un detective que trabaja para narcóticos y que no respeta las reglas de la fuerza policiaca normal, pensando que lo único importante es acabar con los criminales. Un día, el Capitán Biggs (Hugh Laurie) de Asuntos Internos, comienza a investigar a Ludlow y su unidad; después, tras un incidente Ludlow es acusado del asesinato de su antiguo compañero, por lo que este debe descubrir quién está detrás de ello. La dirección de David Ayer es básica, y aunque me gusto un poco su uso de la cámara, aun es un principiante como director. Su único crédito previo es “Harsh Times”, una película estelarizada por Christian Bale (Batman Inicia), y aquí demuestra talento, aunque se deja llevar un poco por el estilo de retratar a la policía y los pandilleros en Hollywood.
El resto del reparto lo completan Chris Evans (Los Cuatro Fantásticos), Cedric “The Entertainer” (La Barberia), Common (Terminator 4) y la mexicana, Martha Higareda (Fuera del Cielo).
La historia de la película es, hasta cierto punto, predecible; sobre todo si se vio los trailers y spots que promocionaron a la película. Sin embargo, hay puntos en que la historia parece acabarse y, aun así, se las arreglan para sacar más de ella. Uno de los puntos débiles, es que hay partes en donde aparecen los estereotipos de Hollywood acerca del mundo callejero en Los Angeles.
Es una pelicula buena, aunque si se quiere ver una joya cinematográfica acerca de policías, corrupción, traidores y demás, recomendaría mas otras películas como Los Infiltrados de Martin Scorsese estelarizada por Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson y Mark Whalberg.
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